La pregunta sobre cómo estamos nos permite entender que nos está pasando. Cuando no estamos cómodos con nuestro estado de ánimo, ya sea por enojos, tristeza o alguna otra emoción, es un buen momento para consultar con un terapueta para explorar la posibilidad de que algo cambie.

Si bien el miedo es una emoción que cumple la función de protegernos de un peligro, hay situaciones en las que el miedo no nos permite crecer. Ya sea en lo profesional o el personal, el miedo nos impide llegar a donde queremos estar.

Con un psicoterapeuta vas a poder trabajar en tu comunicación lo que implica una mejora en el entendimiento de tus necesidades. También te podrá ayudar a resolver situaciones de conflicto y establecer límites de una manera saludable.

Enfrentarse a situaciones de estrés en el día a día por periodos prolongados de tiempo puede tener consecuencias negativas a largo plazo. Un psicoterapeuta puede ayudar a identificar las fuentes específicas de estrés en la vida de una persona y desarrollar estrategias para manejarlas de manera efectiva.

Un psicoterapeuta puede ayudar a las personas a examinar y desafiar las creencias negativas sobre sí mismas que contribuyen a la baja autoestima y las inseguridades.En un espacio de terapia vas a poder fomentar hábitos saludables de autocuidado, como el ejercicio regular, la alimentación balanceada, el sueño adecuado y la práctica de actividades placenteras.

La orientación a padres brinda apoyo y orientación a los padres para abordar desafíos específicos relacionados con la crianza de sus hijos, las consultas más típicas suelen tener que ver con límites, caprichos, rutinas de sueño o alimentación. Los terapeutas pueden proporcionar estrategias efectivas de disciplina, comunicación y manejo del comportamiento, así como ayudar a los padres a comprender las necesidades emocionales y desarrollo de sus hijos.